El Instituto Hondureño de Cultura Interamericana (IHCI), inauguró hoy, en el Museo para la Identidad Nacional, la exposición individual de pintura de la artista Marcela Urquía.
En esta muestra de 36 obras, la artista Marcela Urquía hace referencia a las estructuras construidas en el pasado en varios países de Europa y Oceanía, las cuales no solo cumplen una función utilitaria, sino que también son un reflejo de los avances tecnológicos, las ideas filosóficas y las influencias estéticas de su época. Los estilos arquitectónicos han evolucionado a lo largo de la historia, y cada periodo ha dejado su propia huella en las ciudades, los edificios y los monumentos.
A criterio de Fernando Carranza, jefe del departamento Cultural del IHCI y coordinador de la muestra, la arquitectura histórica y el arte son dos disciplinas que, aunque distintas en su naturaleza, están profundamente interrelacionadas. Ambas reflejan la cultura, los valores y las creencias de las civilizaciones que las han producido a lo largo de la historia.
‘’Urquía, a través de su labor de restauración de arte y arquitectura, logró comprender que los edificios históricos son testigos de eventos importantes y sirven como documentos tangibles de la historia. Conservar estos edificios es una manera de preservar la memoria colectiva de un pueblo, ya que muchos de ellos fueron escenarios de eventos clave, como guerras, revoluciones o movimientos sociales’’, resaltó Carranza.
Cada una de las piezas en esta exhibición se construye sobre una base de gesso texturizado, capas de glaseados y raspados que evocan las superficies de los edificios históricos. Las texturas naturales —desgastadas por el tiempo— se fusionan con elementos abstractos, revelando la influencia de los entornos culturales visitados por la artista. Los colores terrosos, las líneas sutiles y las formas orgánicas se inspiran en las piedras, ladrillos y materiales que dan vida a las estructuras arquitectónicas.
Esta muestra es una invitación a explorar el significado emocional y cultural de estos espacios, a conectarse con las historias que los edificios antiguos han presenciado. Su obra no solo refleja la apariencia física de los materiales, sino que busca capturar la memoria que llevan consigo, la forma en que la arquitectura puede ofrecer un sentido de pertenencia y una conexión con el pasado.
Los edificios antiguos tienen una importancia significativa en diversas áreas, ya que no solo son testigos de la historia, sino que también desempeñan un papel crucial en la identidad cultural, el turismo, la sostenibilidad y la educación.
Estos monumentos permiten entender mejor las etapas históricas, los estilos arquitectónicos y las circunstancias sociales de la época, conservando las huellas de civilizaciones que han contribuido al desarrollo de las comunidades actuales.
La autora, por medio de su trabajo abstracto, tiende un puente entre la huella cultural y emocional de los inmuebles con las superficies erosionadas, las grietas y las capas de material acumuladas en ellos a lo largo de los siglos.
Marcela Urquía es una artista y diseñadora hondureña con una profunda pasión por las artes plásticas. A lo largo de su carrera, ha participado en diversas exhibiciones colectivas en Honduras, realizado murales y programas de capacitación de arquitectura, arte y restauración en el extranjero.
Urquía comenzó su trayectoria artística con témperas y los pasteles, para luego formarse en el uso del acrílico, lo que la llevó a una continua experimentación con texturas. A lo largo de este proceso, ha integrado elementos arquitectónicos en composiciones de fondos acrílicos fluidos, creando una fusión visual que caracteriza su obra.
La muestra estará disponible en el MIN hasta el 26 de enero de 2025.